martes, 13 de agosto de 2013

La moderación salarial empezó en 2009



Propuesta de mejora en la producción estadística salarial

14/06/2013
Carlos Martín Urriza
Consejero del CSE por CC.OO.

Carencias en la medida de la evolución salarial

            En la tabla adjunta al final de este documento, se recogen las operaciones estadísticas generales[1], disponibles para el estudio de los salarios en España. Los organismos productores son el Instituto Nacional de Estadística, el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, y la Agencia Estatal de la Administración Tributaria. A todos ellos hay que agradecer la gran labor que llevan a cabo para que los usuarios conozcan cuál es la realidad salarial del país. Sus operaciones ofrecen una información muy rica sobre el nivel, variación y distribución salarial para distintas categoriales sociales y económicas. Este documento, no obstante, se centra sólo en discutir la información que suministran para el estudio de la evolución de los salarios, apuntando algunas carencias.

            Todas estas fuentes investigan la variación del salario medio[2]. La variación del salario medio se puede dividir en dos componentes: la parte que se explica por el cambio en el salario en nómina (variación pura) y la parte que se debe a cambios en la composición del empleo (efecto composición). Ésta última, a su vez, se puede subdividir entre cambios operados dentro de la empresa (intra-empresa) y variaciones que se producen en la estructura sectorial del empleo (supra-empresa). Por ejemplo, si se despiden trabajadores temporales en una empresa o, en general, en el conjunto de la economía, esto empujará al alza las medias salariales por un efecto composición. De la misma forma, si se sustituyen trabajadores con más antigüedad por nuevos trabajadores en el mismo empleo, esto hará bajar, ceteris paribus, el salario medio. Conocer cómo actúa cada una de estas componentes sobre la variación del salario medio es de interés para saber cuáles son las razones impulsoras de su variación.

            Desgraciadamente, las operaciones disponibles no aíslan estos componentes, lo que provoca que el debate público se limite a la evolución agregada del salario medio, quedando velados importantes procesos de ajuste o desajuste subyacentes y resultando una interpretación errónea de lo que en realidad está sucediendo con la evolución salarial, incluso en círculos económicos informados. Precisamente esto es lo que ocurrió durante el inicio de la actual crisis. Como se observa en el gráfico 1, la Encuesta Trimestral de Coste Laboral del INE arrojó un crecimiento anual de salario medio por hora del 5,3% en 2009. El Índice de Coste Laboral Armonizado, también del INE, que corrige parte del efecto composición (el causado por el cambio en la composición sectorial del empleo) recortaba la variación para ese mismo año en 1,3 puntos porcentuales, hasta el 4%.

Gráfico 1

Gráfico 2

         
               Sin embargo, la corrección no es completa y el cambio en la composición del empleo, provocada por la salida fundamentalmente de los contratados temporales al principio de la crisis, parece haber sido mucho mayor. Para dimensionarla, en el gráfico 2, se recoge la evolución del salario medio diario de los asalariados más estables, aquéllos que han permanecido de alta todo el año desde 2004 hasta 2011. Una muestra de 161.308 trabajadores que se extrae de la Muestra Continua de Vidas Laborales del Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Como se observa desde el año 2009, se produce una fuerte moderación del salario medio de estos trabajadores (1,3%). Un resultado diferente al que se obtiene de las estadísticas del INE (4%).

Una posible solución

            Separar las diferentes componentes de la evolución salarial requeriría disponer de un Índice del Precio del Trabajo (IPT) que, al igual que el IPC, estime la variación del precio del trabajo, manteniendo fija una cesta de puestos de trabajo. Sin embargo, esta operación es muy compleja, cara y no es prioritaria para el sistema estadístico europeo. Ha formado parte de los sucesivos Planes Estadísticos Nacionales como proyecto, pero nunca se ha llevado a cabo.

            Alternativamente, se ha planteado que la Estadística de Convenios Colectivos del Ministerio de Empleo, que recoge el incremento salarial medio pactado, es apta para emplearse a modo de IPT, en tanto que, a partir del mismo, se puede calcular una variación pura del salario en nómina, manteniendo fija la distribución del empleo entre convenios y eliminando, así, el ‘efecto composición’ de la variación del salario medio. Sin embargo, el registro de convenios no recoge bien el número de trabajadores cubiertos por los convenios supra-empresariales lo que, además de poner en duda la exactitud del incremento salarial medio resultante, impide depurar el efecto composición de la variación del incremento pactado. Pero no sólo eso, lo pactado no tiene porqué trasladarse a la realidad convirtiéndose en salario efectivo, pudiendo algunas empresas ‘descolgarse’ del pacto salarial o simplemente no aplicarlo, cuestión que no parece, en estos momentos, una práctica excepcional en la pequeñas empresas. Adicionalmente, la revisión salarial pactada suele afectar sólo al salario base y no a los pluses y complementos.

            Posiblemente, el asunto podría abordarse mediante la información registral disponible en las fuentes tributarias y la Seguridad Social que, al fin y al cabo, 'alimentan' parte, si no completamente, el resto de operaciones salariales. Esto evitaría la parte fundamental del coste de una nueva estadística (la recogida). Partiendo de estas fuentes, se podría seguir a una muestra común de trabajadores, representativa del mercado de trabajo español. Esto no elimina todo el efecto  composición pero, al menos, 'esteriliza' una gran parte. Se puede alegar que los analistas ya podemos acceder a esta información a través de la MCVL, pero de lo que se trata es de ofrecer al común de los usuarios una visión más clara de lo que ocurre con la evolución de los salarios, evitando, en la medida de lo posible, interpretaciones erróneas.  




[1] .- Tal vez faltaría por añadir la EPA que, en su submuestra anual, informa sobre el decil salarial en el que se ubican los asalariados.
[2] .- Variación salarial media pactada en el caso del Registro de Convenios Colectivos.








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